caracoles en Sevilla

La primavera, la estación de los caracoles

¡Muy buenas a todos, lectores del blog del Gourmet! Os traemos una entrada aprovechando el comienzo de la primavera, para contaros una buena noticia; ¡ha llegado la estación de los caracoles! Y en el Gourmet estamos listos para afrontar esta nueva temporada.

Aprovechamos que hoy comienza la primavera, una estación del año llena de vida y color, donde la naturaleza despierta de su letargo invernal y todo comienza a florecer de nuevo. Es un momento perfecto para disfrutar del aire fresco y la naturaleza, y para muchos, también es el momento perfecto para disfrutar de una deliciosa comida en su estación, los caracoles.

Los caracoles son una deliciosa delicia culinaria que se pueden disfrutar en primavera. Son fáciles de encontrar en los campos y jardines, y son una fuente rica en proteínas y vitaminas.

Comer caracoles en primavera es una tradición en muchos lugares del mundo. En países como España y Francia, y ni que decir de nuestra tierra, en Andalucía los caracoles son un plato típico de la temporada, y los restaurantes y bares se llenan de gente que disfruta de esta deliciosa comida acompañada de una cerveza o un vino fresco.

Pero no es solo la comida lo que hace que la primavera y los caracoles sean una combinación perfecta. También es el momento en que los caracoles comienzan a aparecer en los jardines y campos, y se convierten en una parte integral del paisaje primaveral. Observarlos mientras se arrastran por las hojas frescas y las flores es una experiencia relajante y agradable que puede disfrutarse en familia o con amigos.

Comer caracoles, mucho más que una tapa

La primavera también es el momento perfecto para experimentar con nuevas recetas de caracoles. Hay muchas maneras de prepararlos: al ajillo, en salsa, a la parrilla, entre otras. Incluso se pueden combinar con otros ingredientes frescos de temporada, como espárragos, guisantes, y otras verduras.

En conclusión, la primavera es una estación del año que invita a disfrutar de la naturaleza, el aire fresco y la buena comida. Comer caracoles es una tradición que se disfruta al máximo en nuestra tierra y que puede ser una experiencia deliciosa y evasora para aquellos que quieren disfrutar de lo mejor que la primavera tiene para ofrecer.

Y ¡como no! en el Gourmet estamos listos para ofreceros todas las tarrinas que necesitéis para bordar un plan entre amigos. Porque tomar caracoles no es solo comer, es un estado de felicidad para compartir con quienes más queremos.

El origen de los pestiños

¡Muy buenas a todos amigos del Gourmet Andalucía! Os traemos una nueva entrada esta Cuaresma y lo hacemos trayendo uno de los dulces por excelencia de estas fechas. Hoy nos vamos a dedicar a contarlos el origen de los pestiños, una de esas delicias tan típicas de esta época.

El origen de los pestiños está estrictamente ligado a la historia de Andalucía y la cultura mediterránea. Se podría decir que la receta final que ha perdurado hasta nuestro días es producto de la fusión de las culturas romanas, judía y musulmana que durante tantos años estuvieron presentes en nuestra tierra.

La historia de los pestiños está ligada a celebraciones y épocas religiosas precisamente por lo anterior, por su alta influencia en la cultura. Como dato relevante se sabe que hasta el siglo XVI, la masa de estos se freía en manteca de cerdo ya que el aceite era considerado como un alimento de los judíos cuya religión prohibía su consumo.

El trigo y el pan, que son alimentos romanos, fueron adaptados por el cristianismo posteriormente como simbolismo del cuerpo de Jesucristo, aunque ya desde la antigüedad las tortas elaboradas de trigo se ofrecían como ofrenda a dioses paganos.

En la civilización de la antigua Roma existían un dulce muy similar al pestiño que se consumía en la Saturnalias, una fiestas que coinciden con los carnavales y el principio de la Cuaresma. Estos manjares llamados ‘frictilia’ se elaboraban con harina de trigo y se bañaban en miel. Luego se ofrecían al dios romano Sileno.

También raíces judeo-musulmanas

El tratamiento con especias- ajon jolí, canela, sésamo- y la almendra son de tradición musulmana y en nuestros días existe un dulce frito similar: la shebakía, masa de harina, aceite, huevo y especias que se hace por Ramadán.

Por último, en la gastronomía sefardí, es decir, los judíos que fueron expulsados de España, existe un dulce que podemos considerar otro ancestro del pestiño. Son las fijuelas, masa de harina frita y bañadas en almíbar. Además de ser un plato conservado por la tradición judeo-española en la diáspora, se prepara también en las zonas rurales de Castilla y Aragón, asociado a los ritos culinarios de la Cuaresma y la Semana Santa. Son las tradicionales hojuelas manchegas.

Y poco más. Esperemos que os haya gustado estos apuntes a cerca de un dulce que creemos muy nuestro pero que en su forma, su sabor y sobre todo su tradición histórica ya se consumía en Andalucía bastantes siglos antes.