Enero, mes de tradiciones
¡Muy buenas, amigos del Gourmet! Llegamos a la última entrada del blog de 2022 y en esta ocasión tan especial os vamos a hablar de dos costumbres que tenemos los españoles en enero, la de comer las doce uvas de la suerte y el clásico roscón de reyes. Ambos alimentos hacen que empecemos el año con el paladar y convierten a enero en un mes de tradiciones más que arraigadas en España y en total expansión por diferentes lugares del mundo.
Lo primero que queremos reconocer es que quizás hayamos mentido un poquito en el titular. ¿Por qué? Pues porque debemos reconocer que las doce uvas empezamos a comerlas el 31 de diciembre, aunque la última con al son de la campanada final, ya cuenta como al año siguiente, por tanto aún sostiene que enero es un mes de tradiciones en lo que respecta a nuestras comidas familiares o con amigos.
Bromas aparte. La historia del motivo de comer doce uvas en los últimos instantes del año para dar entrada al siguiente, tiene varias teorías. La más común es cada uva simboliza un mes del año que estamos iniciando. En cada una de ellas va un deseo para cada mes del calendario. Esta tradición que celebramos, comúnmente, a los sones del reloj de la Puerta del Sol en Madrid, es una costumbre española que poco a poco se ha ido abriendo hueco en otros países como Portugal o varios de Sudamérica. No con uvas si no con lentejas, hacen algo muy parecido en Italia para despedir el año en Nochevieja.
La primera referencia que nos ha llegado sobre esta histórica práctica data de 1882. Durante esta época la aristocracia y la clase burguesa tendía a beber champagne y comer uvas durante la cena del 31. Fue entonces cuando un grupo de madrileños tomaron la iniciativa de imitarlos a modo de burla en la popular plaza madrileña. Ese gesto del pueblo consagró la tradición que se repite desde entonces.
Los Reyes traen dulce
A pesar de lo que podemos creer acerca del roscón de reyes, el dulce y su origen histórico nada tiene que ver ni con los Reyes Magos ni con llegada del Niño Jesús a Belén.
La historia de ese suculento dulce tiene su inicio en la época romana, en las que se celebran las ‘Saturnales’. Esta fiesta pagana conmemoraba el inicio del invierno y por tanta el fin de los trabajos en el campo por parte de los campesinos. En grandes veladas con comida de todo tipo, se hacía una especie de masa, con un agujero en el centro. Estos pueden considerarse los primitivos roscones.
A partir del siglo IV la Iglesia alternó las celebraciones paganas por ritos cristianos y por tanto el roscón cae en el olvido, excepto en Francia. Es en el país galo donde se celebraba Le Roi Fave (el rey del haba). Era algo destinado a los niños ya que en el que encontraba el haba recibía regalos, de ahí a que posteriormente se asociara por fechas y concepto a SS MM de Oriente. El Rey Luis XV dio el empujón definitivo a estos roscones haciendo esconder una moneda en el interior de estos.
A día de hoy es imposible calcular la cantidad de ingredientes diferentes que puede tener un roscón de reyes. Es tan así que siendo un postre tan común… ¡podemos encontrarlos hasta salados!
Y hasta aquí nuestra última entrada del año. Esperamos que te haya resultado curioso y hayas aprendido acerca de dos tradiciones tan navideñas como son las doce uvas de la suerte y el roscón de reyes.
Esperamos que no te atragantes ni con ellas, ni con el haba del roscón que encima te puede tocar pagarlo…
Feliz año nuevo, queridos amigos, es un placer poner acento andaluz en vuestra mesa día tras día. En 2023… ¡a por más!
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